Entre los muchos tipos de queso de cabra que existen, se pueden distinguir algunos por su forma, su corteza, su textura, su sabor y su tiempo de maduración.
Por ejemplo, el queso de cabra fresco es un queso blanco, cremoso y suave, que se puede untar o trocear, y que se elabora con leche de cabra coagulada con ácido o cuajo.
El queso de pasta blanda y corteza natural es un queso que tiene una corteza blanca o grisácea, que puede estar cubierta por moho o hierbas, y cuya pasta es blanda, húmeda y elástica.
El queso de pasta blanda y corteza enmohecida es un queso que tiene una corteza blanca y aterciopelada, que se forma por la acción del moho Penicillium candidum, y cuya pasta es blanda, cremosa y fundente.
El queso de pasta prensada no cocida es un queso que se elabora con leche de cabra cuajada y prensada, pero sin calentarla, y cuya corteza puede ser natural o lavada, y cuya pasta es firme, compacta y con pocos ojos.
Estos son solo algunos ejemplos de quesos de cabra, pero hay muchos más que puedes probar y disfrutar. ¿Te animas?